domingo, 6 de marzo de 2016

MOSCAS

¿Se os ocurre un ser más inútil que una mosca?
Por no tener, no tienen ni siquiera un uso positivo en el ya de por si defenestrado, lenguaje español.
Mosca cojonera cuando la susodicha es de esas pesadas de verano que no paran de tocarte los redaños y no tienes narices de matarla.
Mosca puñetera cuando además de cojonera se mete en algo que estás comiendo o en la misma boca haciéndote escupir compulsivamente y sacar la lengua como si tuvieses “pilesia” de esa.
Asquerosas “comemierdas” que se alimentan de lo que otros expulsan por el ano y que se relamen comiéndo su propio vómito una y otra vez, ¡su propio vómito! Incapaz de producir como las atareadas abejas, algo útil o bello con lo que poder justificar su existencia.
Son tan raras que cuando salen a volar lo hacen saltando hacia atrás y cuando vuelan, si a eso se le puede llamar volar, lo hacen de forma tan errática que convierten el don del vuelo en una comedia sarcástica.
Inútiles hasta el punto de no tener ninguna función constructiva, de hecho no se molestan ni en crear un refugio para sus proles, ponen sus huevos en la misma mierda que comen y vomitan y listo.
Color negro, el color de lo que viven, la muerte y el parasitismo, si parasitismo porque si comerse mi pan o ahogarse en mi sopa tratando de vomitarla no es parasitar pues nada, yo creo que lo es.
Habrá quien diga que para algo estarán, que alguna función tendrán, pues si, la tienen, la de servir de alimento a algún pájaro de vez en cuando,  habrá quien se pregunte que para que sirven  los mosquitos, que son la misma mierda, pues bien, al menos los mosquitos machos polinizan mis jazmines y mi Dama de noche.
Total que no me parece a mí que una mosca tenga ningún sentido en la naturaleza.
Me dan tanto asco y me parecen tan prescindibles que las eliminaría a base de NAPALM si no fuese porque las “puñeteras-cojoneras” son tan malas que hasta para eliminarlas tienes que acabar con cualquier otra especie, ¿habéis visto alguna vez un insecticida específico para moscas?, fijaos y veréis que no.

Existen en ciertos trabajos unos señores que viven de los demás sin aportar nada productivo, que se valen del trabajo de otros, que cuando hay que dar un salto hacia adelante en cuanto a modernizarse, lo hacen hacia atrás, que no paran de vomitar sus defectos sobre aquellos  en los que se sustenta su inútil estatus. Incapaces en su día a día de dar ninguna directriz sensata que haga que su empresa “vuele” en la dirección correcta. Parásitos improductivos cuyo fin, y aquí viene mi consuelo, solo sirven para que algún día el  pajarraco que lo colocó en el puesto que ocupan se los coma.
A partir de hoy los llamaré moscas y como ya decía aquel lo de que: “por sus hechos los conoceréis”, vosotros ya tenéis la herramienta para desenmascararlos y llamarles moscas en sus caras y sabed, que en esta historia, vosotros sois las abejas.


A JUÍ.

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