lunes, 19 de junio de 2017

A MI HERMANA MARI


¿Sabes esa gente a la que normalmente no hechas cuenta porque das por hecho que siempre está ahí y siempre estará? Pues bien yo conozco a una de esas personas y tengo que decir que no hay nada más injusto que hurtarles el cariño y el amor que se les debe por el simple hecho de que no nos lo exijan.

Esas personas capaces de recordar cada momento de valor porque las viven desde su interior como vivencias propias aunque ellos solo hayan sido un personaje puntual en la historia.

Esos que son capaces de ver en nosotros bondad y amor a pesar de la vehemencia con la que les tratamos.

Esos que a pesar de nuestro desdén sacan lo mejor de cada uno.

Quienes temerosos en muchas ocasiones de nuestras reacciones desproporcionadas se atreven a recordarnos con su actitud valiente que la vida es algo que merece ser vivida, a pesar de todo.

Esa persona que con la mirada baja y entre susurros te dice que eres parte de lo mejor que tiene en su día a día.

Pues bien como ya he dicho, yo conozco y tengo la suerte de tener a mi lado a una de esas personas y si, soy de esas personas que dan por hecho que siempre están ahí.

Ese egoísmo mío al pensar que todo el cariño que me profesa debe ser gratuito y altruista porque si, sin más, es robarle el merecimiento a su cuota de amor.

Es por eso que hoy en tu día, hermana mía, quiero darte las gracias que nunca pediste pero que tanto mereces y desde lo más profundo de mi pequeño y a veces estúpido corazón decirte que te quiero y que siempre tendré en cuenta que estás y estarás ahí.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!



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