Esta última obra, por el momento, es un concepto filosófico en si misma.
Se llama "un nenante y un dohpué".
A veces las circunstancias presentes nos hacen olvidar tiempos más felices, por menos encorsetados, del pasado.
Todos, repito todos, hemos tenido un pasado de color que el presente no debe solapar con su negrez.
No cambiemos lo natural por lo "formal".
Esta obra se la dedico a mi amigo Antonio Montalvo para que no olvide como yo hice en su momento que nunca debemos perder nuestra parte de "ventaos".
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