viernes, 28 de junio de 2013

“REUNION EN EL MULO NEGRO” (1)



10 abril
2010
escrito por Luque 


- “Esto tiene que cambiar, no podemos seguir así. El bosque ya no nos protege, se ha hecho tan viejo que no pude seguir dándonos cobijo aunque él crea que sus árboles centenarios y sus ajadas ramas pueden seguir dando resguardo a todos los que habitamos aquí ¡NO!”.
El que hablaba al resto de los asistentes era Mijail, la oca.
-“No podemos dejar nuestras vidas y seguridad a quien cree que la mejor forma de protegernos es confiar en su sabiduría. El viejo bosque nos dice que siempre ha cuidado de nosotros, que siempre ha velado por nuestras vidas, que su saber viene del tiempo, que cuidó de nuestros padres y antes que a ellos a los padres de nuestros padres, esas son sus razones.
No seré yo quien diga que lo hizo mal, no, no seré yo, no seré yo quien diga que su intención no fuera buena, no, no seré yo quien….
-“El bosque nos protege, nos da de comer” gritó Lucas la ardilla.
Cambiando el tono de voz, Mijail se acercó a Lucas y le contestó:” Si, es verdad, nos da de comer, siempre lo ha hecho, nunca te ha faltado bellotas para ti y tus hijos”
-“Nunca”.contestó Lucas.
-“Y además te enseñó a guardar los frutos de la primavera para cuando faltaran en el invierno”-Continuó Mijail-“Incluso te enseñó como hacerlo y donde, el bosque fue bueno con la ardilla”
Dirigiéndose a un viejo ciervo, Mijail le preguntó “y tú amigo ciervo ¿que comes en primavera?”
“La fresca hierba que crece entre los árboles de este bosque”. Contestó.
-“¿Y en invierno?, ¿que comes amigo ciervo?”
-“En invierno vago por los prados helados de las afueras del bosque desenterrando con mis patas la nieve que entierra las pocas briznas de hierba que se esconden bajo ella”
-Mijail volvió a preguntar al ciervo:”¿ porque te arriesgas a salir del abrigo del sabio bosque para buscar tu sustento?”.
-“Porque en invierno-contestó- en el nevado suelo del bosque solo encuentro semillas de los árboles y bellotas enterradas”.
Mijail se atuzó las plumas del pecho, miró al cielo y dijo:
-“Yo soy una oca, puedo volar, pudo caminar y puedo nadar, vivo donde quiero y como lo que quiero. A mi no me afectan ni las estaciones ni los lugares. Entiendo la gratitud de la ardilla y respeto al ciervo, pero sigo sin comprender como vosotros hermanos del bosque respetáis a quien enseña a unos y abandona en la adversidad a otros. Permíteme ardilla que te diga que quien te enseñó a enterrar bellotas para el invierno fueron tus padres y permíteme ciervo que te diga que lo que te enseño a escarbar en la nieve fue la necesidad, es decir, no fue el bosque, ¿Qué hace que respetéis a un padre que distingue entre sus hijos? .Como ya os he dicho, esto no puede seguir así, tenemos que hacer entender al bosque que ya no queremos que nos cuide, que ya no queremos que nos “enseñe”, que ya no nos dirá más lo que debemos hacer y lo que no”.
En ese momento apareció un zorro que había estado escuchando en silencio el discurso de Mijail y solemnemente le preguntó “¿Y tú que haces aquí?
-“Yo he venido a mostraros lo equivocados que estáis”
-“¿Equivocados dices?- dijo el zorro- Tú, el que vuelas, caminas y nadas, al que no le afectan ni los tiempos ni los sitios, el que ha recorrido miles de kilómetros, el que ha conocido lugares y animales, el que con su oscura oratoria culpa a la ardilla de “ agradecida” al viejo ciervo de “estúpido” y al bosque padre de soberbio, tú vienes a enseñarnos lo equivocados que estamos, pues bien te diré porque seguimos agradecidos al bosque, le estamos agradecidos porque es en él es donde vivimos la ardilla, el ciervo y el zorro.”
Mientras se alejó del lugar mascullando Mijail repetía entre dientes una y otra vez:” estupidos, estupidos, estupidos…………”

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