EL CASO SLEVIN.

27 diciembre

2012

escrito por Luque 

La primera vez que vi esta película me fascino por lo complejo de la trama y con la inteligencia que se resuelve al final.
Pero la segunda vez mientras disfrutaba de la cinta con conocimiento ya de su final, me llamo la atención una palabra que utilizo el protagonista Josh Hartnett para referirse a su desdén por el dolor tanto suyo como el ajeno cuando le pregunta Luci Liu. El le contesta que padece una enfermedad denominada ataraxia que le impide sentir dolor por nada. Ataraxia, ¿existe eso?, ¿es una enfermedad?, me fascino la idea de que existiese una enfermedad de ese tipo.
Como soy de natural curioso y no me gusta quedarme con la intriga en ese tipo de cosas, pues, me puse a investigar, no mucho lo reconozco, pero logre encontrar lo que era la dichosa enfermedad. Mi primera sorpresa fue que no era una enfermedad, vaya los de holliwood y su investigación para los guiones, pero bueno tras la primera impresión reconozco que me gusto mucho mas lo que en realidad era.
Se denomina ataraxia (Aταραξία) a la disposición del ánimo propuesta por los epicúreos, estoicos y escépticos, gracias a la cual alcanzamos el equilibrio emocional, mediante la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos y la fortaleza del alma frente a la adversidad, y finalmente la felicidad, que es el fin de estas tres corrientes filosóficas. La ataraxia es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos.
Una corriente filosófica cuya razón era la búsqueda de la felicidad a través de tres pensamientos distintos pero con el mismo fin.
Me enfrasque en entender las tres corrientes pero desde el principio hubo como una especie de imán que me atrajo hacia los escépticos, quizás por la cantidad de gente que me lo llama.
Hay personas que piensan que no creo en nada cuando en realidad lo que hago es dudar de todo, no me creo las cosas por que me las digan o cuenten, investigo y camino hacia la verdad a través del estudio, eso no significa que por dudar, no busque la solución de los misterios de la vida, la ciencia y las creencias, todo lo contrario.
El gran Houdini durante la ultima etapa de su vida se dedico a desenmascarar a todo aquel que decía poder ponerse en contacto con los fallecidos, pero en el fondo de ese trabajo se encontraba el deseo profundo de encontrar a alguien que si lo hiciese de verdad porque quería creer, lo necesitaba por el deseo de comunicarse con su madre fallecida.
Hoy en día los físicos teóricos no paran de crear posibilidades de mundos y universos imposibles con el fin de entender la vida en distintos escenarios. Es la ciencia hablando de extraterrestres.
Y es que al contrario de lo que se pueda pensar un escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que generalmente está aceptado como verdad.
Como decía Pirron el gran escéptico griego:
“1. Nunca llegarás a conocer la verdad.
2. No digas “Así es”, sino “Me parece que es”.
3. La diversidad de opinión existe entre sabios igual que entre ignorantes. Cualquier opinión que yo tenga puede ser repudiada por personas igual de listas y preparadas que yo, y con argumentos tan válidos como los míos.”
Así que como aquellos griegos, me dedico a buscar la verdad de las cosas en la investigación y la pregunta y no en las charlas de augures, falsos profetas mediáticos ni mucho menos señores que aumentan sus cuentas bancarias gracias a condenar al ostracismo la curiosidad natural del hombre y soy consciente que corro el riesgo como ellos que “ se ganaron fama de desbaratadores y perdieron popularidad al luchar contra los ritos, leyendas y supersticiones arraigadas.”
Que grande es el cine.