lunes, 8 de julio de 2013

LLEGA LA NAVIDAD CON SABOR A MAZAPÁN.



18 diciembre
2012
escrito por Luque 

Mientras mi Pepi se esfuerza en el salón por hacer de unas galletas una obra de arte culinaria (que lo és, doy fé), me vienen a la cabeza los olores y recuerdos de una cocina de mi infancia con mi madre haciendo pestiños para un regimiento, porque a un regimiento le daba mi madre de sus pestiños.
Las mañanas de navidad en la Sanlucar de mi niñez, en las que mi madre nos mandaba a casa de mis tios y familiares a algo tan antiguo ya como “pedir el aguinaldo” y que nosotros aprovechabamos para entre polvorón y polvorón tomarnos esa copita de vino dulce o de anís, prohibidas a nuestra niñez,pero que en aquellos dias nos eran no solo permitidas sino servidas por nuestros mayores “porque ya era navidad”, eran sin duda, otros tiempos.
Los roscos de vino, los polvorones, los alfajores de Medina, la caja de mantecados de Estepa con la fotografía de la sufrida Macarena, el frio,si porque en invierno en Sanlucar hace frio y no, no nos calentamos tocando las palmas, nos calentabamos con la familia entre villancicos, zambombasy panderetas de plástico.
Para tí eran unas vacaciones especiales porque al vivir lejos de tu pueblo, nosotros viviamos en San Fernando, volvias a juntarte con una caterva de primos a la que hacia tiempo no veias y echabas de menos.
El olor a la “matalauva” frita en la sartén, los niños de san ildefonso y sus “na,na,na,naaaaaaaaaaaaaaaaa……pesetas”, los décimos encima de la mesa y tu abuela con una oreja en la radio y un ojo en la fuente de los polvorones pendiente de que no tocasemos “porque ezoh zon pa las vizitas. joé”.
El recuerdo de mi tito Fati corriendo detrás del pavo para emborracharlo de coñac, porque así se quedaba más tierno luego al cocinarlo, las discusiones sobre a ver quien lo mataba luego, al pavo no a mi tio, el pavo corriendo sin cabeza por el patio de mi abuela, mi tito corriendo detrás de él con un cuchillo en la mano, las mujeres “meás” de risa, los hombres comentando la jugada y nosotros los niños gritando “asustaos” por la sangre del inocente y los gritos de unos y otros.
Pasaba Noche Buena y Año Nuevo y se acercaba el dia que realmente esperabamos todos, “los reyes”.
-” A ver quien cohe má caramelo, primo”
-”Po quien va zé, chavá, pos yó”
-”Ah zí, ¿y ezo porque?”
-” po porque zi, ya lo verá”
-” bueno po ya lo veremo”
-” poooooooooo, ya lo veremo”
Al final daba lo mismo, porque cogia mi tia los caramelos y los metia en una bolsa “pah tó, que sino los chicos no coge ni uno”, asi que lo único que nos quedaba era acostarnos ligerito ” porque zino no venian loh reye a caza”.
Venian, al final siempre venian y  venian con aquellos regalos que nos hacian vivir la niñez con ilusión y alegria, porque nos traian lo que podian cargar en los camellos, que no era mucho pero si suficiente para nosotros. Nuestros jugetes eran para romperlos jugando en la calle o en casa, no para estar en casa sentados delante de una pantalla.
La navidad de la niñez que es la más feliz de todas y que por desgracia se va degradando conforme uno se hace mayor.
Nos esforzamos tanto por darles a nuestros hijos lo que no tuvimos que nos olvidamos de darles lo que si tuvimos, disfrutamos y vivimos.
La navidad pasaba y luego pasaban los meses y uno se olvidaba de las navidades hasta que por el mes de Junio mi madre encontraba los envoltorios de los polvorones ,que mi hermano y yo nos habiamos comido a escondidas, metidos entre los cajones del ropero y nos reñia con la boca chica “porque eso eran cosas de la navidad”.
FELICIDADES A TODOS Y PENSAD QUE TODO PASARÁ

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