lunes, 8 de julio de 2013

SE VA´CAGÁ LA HENTE ER DIA VENTE, ¡AH,NO!, QUE ZE VÁ CABÁ TÓ ER DIA VENTIDÓ, O ERA ER VINTIUNO, !ANDA QUE ANDO YO FINO¡



12 octubre
2012
escrito por Luque

En 1453 los turcos otomanos conquistaron Constantinopla, la antigua Bizancio romana,  situada en la península de Anatolia, la actual Turquía.
Que fuerza guiaba a los ejércitos de Fatih Mehmet en su deseo de entrar a cualquier precio en el último reducto del imperio romano y puerta de Europa.
Desde muchos años  los bizantinos fueron los  guardianes del conocimiento primigenio al que pocos iniciados tenían acceso. Los turcos en su afán de completar el círculo de aprendizaje en el que fueron iniciados siglos atrás por los templarios (soldados de Dios que no eran ni fríos ni calientes, de ahí su nombre), dirigieron todo su poder y fuerza a finalizar la búsqueda del conocimiento que sabían se encontraba en la gran biblioteca de Bizancio.
Pocos conocían el hecho de que en la biblioteca de Bizancio se encontraban los escasos, aunque preciados, papiros y libros que  pudieron ser salvados  del incendio de la gran biblioteca de Alejandría por la antigua secta de los Esenios a la que había pertenecido Jesús en sus años perdidos. Estos, consiguieron salvar documentación de gran relevancia para el conocimiento humano futuro, pero conocedores de la ignorancia en la que se encontraba el hombre aún, decidieron dividirlos y enterrar parte de ellos en el desierto de Qumrám (seria encontrados a mitad del siglo 20 por dos pastores árabes) y mantener otra pequeña parte en poder de la secta que con el tiempo pasaría a ser olvidada pasando su secreto a manos de la misma tribu etiope encargada de la custodia del Arca de la Alianza, se desconoce hasta hoy por los estudiosos del tema la forma en que esto pudo  ocurrir, si bien existe la teoría por parte de la Universidad  de Egipto, basándose en los petroglifos antropomorfos hallados en el Sahel y en la desembocadura del Nilo,  que  pudiera tratarse de los mismos individuos.
El secreto de las matemáticas encerradas en las pirámides, el conocimiento del movimiento de la cúpula estelar, el uso, como referente para situarse en el mundo, de las inmortales o estrellas circumpolares,  las constelaciones para determinar el momento de la recogida de cosecha, el orto heliaco de cuarenta días, la estrella espica, la constelación del Can, el número Phi, los pensamientos pitagóricos y tantos conocimientos salvados por gentes imbuidas del deber de proteger los conocimientos de la antigüedad.
Esta llama recuperada por los monjes guerreros del Temple, incansables buscadores de aquellos libros y pergaminos escondidos tantos años antes y ayudados por la misteriosa secta musulmana de los hachasin y su líder “El viejo de Montaña”, por parte de los cuales, llegaron a conocimiento de los turcos, consiguieron, encontrar en los restos del antiguo templo de Salomón algunos de aquellos contenedores de sabiduría, trasladándolos a Constantinopla para su estudio y custodia.
Los turcos convencidos de la existencia de tierras mas allá del Mar Tenebroso (océano Atlántico), gracias a la vieja creencia griega en la redondez de la tierra y los cálculos de medición de la misma  realizados por el griego Eratóstenes  de Cyrene (actual Libia), necesitaban comprobar la veracidad de sus teorías. Solo con los libros custodiados en la biblioteca de Bizancio podrían  dar cuerpo a lo que hasta ahora solo había sido fé.
Se sabe, numerosos estudios realizados por eminentes científicos de todos los campos lo certifican, que la toma de Bizancio fue la espoleta que inicio el fuego del conocimiento en toda Europa.
Fue la unión de los conocimientos de Oriente y occidente lo que dio lugar al descubrimiento del nuevo mundo y a todo lo que ello supuso.


Bueno podéis comprobar por lo que he escrito arriba lo fácil que es crear una historia totalmente inventada, solamente con poner fechas, nombres de estrellas y algún que otro dato cogido de la Wikipedia. Salvo los datos, que se pueden comprobar, la historia esta inventada desde el mismo comienzo hasta el final.
 No intento con esto dejar por imbecil a nadie, sino que entienda, el que quiera entender, que no solo por que las cosas las diga un libro, un documental de la tele, una noticia de interné o algún iluminado de CUARTO MILENIO con barbas de druida, tienen porque ser ciertas.
La certeza es algo que se basa en el empirismo, la teoría y la tesis, es decir en la ciencia y el estudio. No podemos dejar al capricho de cuatro listos, que se forran con nuestra desgana, algo tan importante como el monopolio de la verdad y esto es aplicable a todo.
El que quiera ver que vea y el que no que se vaya preparando el día 20 del 12 del 2012 que se va a empezar a cagar con lo del dia 22 (lo han dicho los “científicos”.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario