lunes, 8 de julio de 2013

LAS CRONICAS DEL LABIA* (LA NOTA, EL ARMARIO Y EL CATEDRATICO DE EJEMPLO Y MORAL)



3 octubre
2012
escrito por Luque 

Os cuento el cuento:
Me encontraba en mi puesto de trabajo sentado delante de mi ordenador, cuando se asoma a la puerta de mi despacho el jefe de informática de mi empresa y mirándome me dice:”¡tú!, ven un momento”, ¡si señor!… todo cortesía y educación, no se puede negar.
En fin a lo que iba, me levanto, le sigo,  se para delante de un armario cerrado que había  en el pasillo y me señala una nota pegada en la puerta.
Tengo que decir que el armario pertenece a mi oficina y que se encuentra en el pasillo porque estamos de mudanza por obras.
Pues bien la nota que hay pegada en la puerta del armario no es otra cosa que la dirección de correo de mi oficina y la clave de acceso al mismo.
Puede parecer un descuido gravísimo,  de hecho lo es.
El señor Jefe de informática, señalando la nota me pregunta “retóricamente”: “¿Esto es tuyo?”, a lo que yo, intuyendo por donde podrían ir los tiros de su pregunta le contesté: ” Si, pero si lo dice por lo de la clave, no se preocupe porque no es esa ya que la cambiamos en el mismo momento en el que se nos asignó ese correo corporativo”.
Bueno, me excusé en el hecho de la mudanza, aguanté los consejos sobre seguridad informática, pedí las perseguidas disculpas y me fui de nuevo a mi oficina.
Al rato, y es aquí donde me quiero centrar, apareció uno de los empleados de la sección de informática y con el tonillo de quien viene a clavarte el rejón de la eficiencia y el buen hacer, me dijo:” anda que vaya despiste lo de la nota ¿eh?”.
-”Bueno…, despiste…”, le contesté, ” no nos hemos dado cuenta con el trasteo de la mudanza, pero como ya le he dicho a tu jefe, no pasa nada porque la clave está cambiada, de todas formas no hacia falta que viniese él a decirlo”.
-”Ya”, continuo, “¿pero tu entiendes que nosotros nos tenemos que preocupar?, ¿no?”.
-”Si, hombre, pues claro que lo entiendo, la seguridad es la seguridad”, le contesté, ” de todas formas también entiendo que tu jefe se lo debía haber dicho a mi jefe, no a mí”, y continúe:” ¿tú desde cuando lo sabes?”
-”¿lo de la nota?…desde ayer”.
-”¿y porque no nos lo dijiste antes de que se enterara tu jefe?”
-” porque cuando vine ya no estabais aquí ninguno”, y tal como vino, se fue.
Bueno como veis, una historia sin más, un hecho completamente normal dentro de lo cotidiano del trabajo…………  ¿o no?.
Mi intención de llegar a la ataraxia a través del escepticismo y mi firme creencia en Platón y su fé en la cuestión de las cosas, no podían dejar pasar este episodio del empleado eficiente sin analizarlo.
En primer lugar me preguntó si yo entendía el hecho de su preocupación por aquella nota y la seguridad del correo corporativo, a lo que yo le dije que sí que lo entendía, lo que no acerté a preguntarle en aquel momento era que siendo tan importante la seguridad porque ayer cuando lo vio no lo arrancó inmediatamente para así evitar su posible mal uso.
En segundo lugar le pregunté que porque no nos lo dijo antes de que lo viese su jefe y nos llamase la atención, a lo que él me contestó que porque cuando vino ya no estábamos ninguno en la oficina, por lo que yo me vuelvo a preguntar, ¿porque no  lo arrancó cuando lo vio?, no lo habría visto nadie más y nos podía haber llamado la atención el mismo, de compañero a compañero.
Esta gente que anda por la vida dando ejemplo de profesionalidad a través de hacer ver a sus Jefes los fallos de los demás (porque reconozco que fue un error), estos vendemotos que van de compañeros cuando en realidad les importas una mierda, estos trepas que medran escondiendo sus miserias y deficiencias intelectuales, a todos esos, si a todos, os digo una cosa:
“NO PIENSO PERDER UN MINUTO MÁS CON VOSOTROS”

*LABIA: En Cádiz, persona que suele hablar de más y de todo.

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